¡NO A LA TORTURA DE LOS NIÑOS PALESTINOS!
¡NO A LA COMPLICIDAD CON LOS TORTURADORES!
Cada día el ejército de ocupación israelí secuestra a niños palestinos en sus propios domicilios, y muy a menudo durante la noche, para proceder a llevarlos esposados y con los ojos vendados hacia centros de interrogación, donde sufren tortura física y psicológica: atados en posiciones incómodas sin poder dormir, son a veces golpeados o amenazados con vejaciones sexuales y con represalias contra sus familias. Por lo general se les pide que reconozcan que han lanzado piedras contra los tanques o buldóceres que destruyen sus casas, que denuncien a otros niños, en suma que se conviertan en “delatores” y que firmen documentos en hebreo, lengua que no entienden.
Estos hechos son denunciados por numerosas organizaciones palestinas, israelíes e internacionales de defensa de los derechos del hombre y del niño; entre ellas, la UNICEF, Defence Children International, B’Tselem, Save the children, la ACAT y el Ministerio Británico de Relaciones Exteriores, a través de un informe titulado “Niños en Detención Militar”.
Estas organizaciones subrayan que durante semanas estos niños palestinos no tienen acceso ni a sus padres ni a un abogado, que a veces deben presentarse delante de tribunales militares israelíes y que son encarcelados a partir de la edad de 12 años, en forma totalmente ilegal, en cárceles israelíes. (Los Convenios de Ginebra prohíben a todo ocupante que transfiera toda o una parte de la población ocupada al territorio de la potencia ocupante).
Y esto sin tomar en cuenta el negocio practicado por el ocupante israelí a costa de las familias de niños secuestrados de esta manera, ya que estas se ven en muchas ocasiones obligadas a pagar altas “multas” para recuperar a sus niños.
Sin embargo, el gobierno francés, que no puede ignorar estos hechos, recibe regularmente en Francia a los responsables de estas torturas, violando de esta forma el Convenio Internacional De los Derechos de los Ninos (1989) y el Convenio Internacional contra la Tortura, (Convenio de Nueva York, 1984), firmado por Francia, que la obliga a buscar y a juzgar a toda persona sospechosa de haber cometido actos de tortura física y psicológica, o de haberlos ordenado, o incluso de haberlos permitido con conocimiento de causa.
No obstante, estas torturas cometidas contra adultos y niños son de notoriedad pública en Israel y es todo el aparato militar y político que admite o recomienda estas prácticas.
Por lo tanto, exigimos que el gobierno francés respete el derecho internacional y que cese de acoger en Francia a los responsables de estas torturas.
Por otra parte pedimos a todas las grandes ONG de defensa de los derechos del Hombre y del Niño que se movilicen activamente y que presenten denuncias en los tribunales franceses en nombre de las víctimas de estas torturas o de sus familias, en cuanto tengan conocimiento de tales casos. Como lo ha escrito Amnesty International: “Usted se indigna ante la tortura, el encarcelamiento arbitrario, la pena de muerte, la injusticia, las expulsiones forzadas, la impunidad… ¡Transforme esta indignación en acción!”