¡No cumpliremos la decisión del tribunal de casación del 20 de octubre de 2015!
El 20 de octubre de 2015, dos sentencias de la Cámara de casación declararon ilegal el llamado a boicotear los productos israelíes y confirmaron la grave condena de varios militantes del movimiento Boicot, Desinversion y Sanciones (BDS). Con este propósito, el tribunal utilizó un artículo de la ley de la prensa que menciona el delito de « provocación a la discriminación, al odio o a la violencia en contra de una persona o de un grupo de personas por motivo de su origen o de su pertenencia a una etnia, una nación, una raza, o una religión determinada ».
Esta decisión no solo es sorprendente, es escandalosa. Esta ley debe supuestamente proteger personas o grupos de personas víctimas de discriminación por motivo de su origen o de su pertenencia o no pertenencia a una etnia, una nación, una raza o una religión. En ningún caso pretende proteger la política de un Estado frente a una crítica ciudadana, cuando aquella crítica se materializa en un llamado al boicot de productos. En numerosas ocasiones, organizaciones han llamado, en el mundo, al boicot de Birmania o de Rusia, de China o de México sin que jamás sea mencionada tal cláusula.
A pesar de la insistencia del ministerio de justicia, la mayoría de las jurisdicciones francesas a las que se acudieron se negaron, durante estos últimos anos, a considerar el llamado al boicot de productos israelíes como una infracción penal.
Con la decisión de la Cámara de casación, Francia se vuelve el único país democrático del mundo donde tal interdicción fue proclamada. Tratándose de un país, que desde hace un año, no deja de proclamar su apego a la libertad de expresión, la situación es aún más paradójica, puesto que queda muy probable que el Tribunal Europeo de los derechos humanos pueda volver a estudiar la sentencia inapropiada. Efectivamente, incluso la Cámara de casación tiene que justificar sus decisiones y conformarse a principios universales como, entre otros, el derecho a la libertad de expresión.
El movimiento BDS se creó en un contexto de fracaso de la comunidad internacional, incapaz de acabar con la colonización y de proteger a los palestinos de las exacciones cotidianas infligidas por el ejército y los colonos israelíes. Este movimiento para el boicot tiene mucho éxito y crece en todas partes del mundo Se impone como único medio no-violento para poder ejercer presión sobre el Estado de Israel. El movimiento es una oportunidad para todas y todos los que quieran manifestar pacíficamente su solidaridad y protestar contra el tratamiento especial del que beneficia Israel por parte de la comunidad internacional, a pesar de sus constantes violaciones del derecho internacional. Por lo cual, llamamos a apoyar y reforzar el movimiento BDS y a boicotear los productos israelíes.
Signatarios del llamado:
Ahmed Abbes, Director de investigación en el CNRS, Paris
Sihame Assbague, activista asociativa
Etienne Balibar, Profesor emérito, Universidad de Paris-Ouest Nanterre
Saïd Bouamama, sociólogo
Rony Brauman, médico, ensayista
Sonia Dayan-Herzbrun, Profesor emérito en la Universidad Paris Diderot-Paris7
Christine Delphy, sociólogo, cofundador de « Nouvelles Questions Féministes »
Alain Gresh, periodista
Nacira Guénif, sociólogo, Universidad Paris 8
Christian Salmon, escritor
Azzedine Taïbi, alcalde de Stains
Marie-Christine Vergiat, diputada europea
----------------------------
Petición en frances : http://boycottproduitsisraeliens.wesign.it/fr
Petición en ingles : http://boycottproduitsisraeliens.wesign.it/en