Llamado a las consciencias
Por una red de ciudadanas y ciudadanos planetarios
Nosotros, ciudadanas y ciudadanos de los pueblos de la Tierra, somos conscientes del peligro mortal que pesa sobre el devenir de nuestra común humanidad. En efecto, una doble alteración climática amenaza la vida sobre nuestro planeta. La primera se manifiesta en el plano ecológico a través del riesgo de ver nuestra Tierra-Patria (cf. Edgar Morin), nuestra “Madre Tierra” según la expresión de los pueblos originarios, convertirse en una “Tierra-Invernadero”, inhabitable para un número creciente de seres humanos. Si el aumento de la temperatura supera el límite de 2°C, los efectos en cadena serán catastróficos. Este calentamiento promedio conduce a la acentuación de fenómenos extremos: inundaciones tanto como sequías, incendios devastadores tanto como ciclones y tempestades. Pero la alteración climática tiene otra cara: la glaciación emocional y vincular que se manifiesta a través de la profundización de las desigualdades y el menosprecio por los más pobres. Más seriamente aún, bajo el efecto del miedo a la pérdida de categoría social, la glaciación se traduce en la lucha de las víctimas entre sí: obreros, precarizados, sin techo, migrantes… Aquel que se siente amenazado en lo poco que ha adquirido o en lo poco que le queda, teme que alguien aún más miserable que él tome su lugar.
Por su ambición, su cinismo y sus desigualdades, el fundamentalismo mercantilista ha engendrado un doble monstruoso: el fundamentalismo identitario, que puede tomar formas religiosas, xenófobas o nacionalistas, y expresarse tanto por las armas como en las urnas. La llegada al poder de individuos que representan una amenaza, no solamente para la democracia y los derechos humanos (comenzando por los de las mujeres) sino también para los equilibrios ecológicos, constituye una manifestación de esta tendencia cada vez más peligrosa. En Filipinas, Hungría, Estados Unidos, Italia, Brasil, entre otros, ciertas fuerzas no sólo socialmente criminales sino también ecológicamente irresponsables amenazan a la humanidad en lo que esta tiene de más esencial: vivir en paz sobre un planeta habitable.
Debido a la instrumentación de los miedos y a la manipulación de la información y de las campañas electorales, ciertos irresponsables y criminales pueden hoy en día – al igual que en los años ’30 - llegar al poder protegiéndose detrás de formas aparentemente legales, aprovechando el cinismo de unos y el miedo o la cobardía de los otros.
Frente a este doble riesgo y a la batalla mundial que se anuncia, nosotros rehusamos ceder al miedo y tolerar pasivamente la propagación de este peligro mortal. Vamos a organizar por todas partes una Resistencia creadora, fundada en el rechazo de la regresión social, de la irresponsabilidad ecológica y del menosprecio por los derechos humanos fundamentales.
Declararemos ilegítimo todo poder que no respete los tres pilares esenciales de la coexistencia de la humanidad en un planeta protegido: la Declaración universal de los derechos del hombre, los pactos sociales de las Naciones Unidas y las convenciones internacionales cuyo objetivo es asegurar la sostenibilidad ecológica de nuestro planeta, en particular, el acuerdo de París sobre la lucha contra el cambio climático. Rechazaremos a través de todos los medios no violentos a nuestro alcance - incluídos el boicot o la desobediencia civil frente a los poderes ilegítimos - el dejarnos dominar o intimidar por dichos poderes. Crearemos, en todos los lugares posibles, territorios-refugio para las víctimas de esos poderes y oasis de vida frente a los desiertos de muerte que fabrican en común acuerdo la regresión social, la irresponsabilidad ecológica y el ataque a los Derechos humanos. Nos organizaremos para construir esta Resistencia creadora, pero también para hacer vivir positivamente, entre todas aquellas y todos aquellos que así lo hayan elegido, los valores económicos, ecológicos, sociales, políticos y culturales de la sociedad del Buen Vivir. Trabajaremos para unir entre sí todos esos territorios y oasis de vida, desde los barrios de nuestras ciudades y los pueblos de nuestras zonas rurales hasta el conjunto de nuestra Tierra-Patria.
Hemos lanzado solemnemente este Llamado a las consciencias en ocasión del 70° Aniversario de la Declaración universal de los derechos del hombre.
¡Firma y haz firmar este llamado!